Antoine de Saint Exupéry había nacido el 29 de junio de 1900 en Lyón, Francia. Hijo de un Conde que falleció cuando era niño, lo crió su madre y en el castillo de su tía. Estudió en varios colegios de Europa pero decidió ingresar a la aviación de guerra primero y a Lignes Aériennes Latécoère después, empresa que se convertiría en la Compañía General Aeropostal. Dicha compañía lo designa director de la Aeroposta Argentina, que tenía su aeropuerto internacional donde con el tiempo nacería el pueblo de El Talar.
Saint Exupéry llegó en barco a Buenos Aires el 12 de octubre de 1929. El trabajo administrativo en las oficinas no le gustaba, prefería estar en el campo de la Aeroposta revisando los hangares, controlando los aviones y en muchas oportunidades su pasión por volar lo llevaba transportar personalmente el correo hacia Chile, la Patagonia, la costa Atlántica o el Paraguay; en las rutas aéreas más extensas, elevadas y australes del mundo.
Los compañeros lo recuerdan en los hangares de El Talar, inclinado sobre los barriles de combustible, las manos sucias de grasa y la lapicera junto al papel, escribiendo lo que sería su libro Vuelo Nocturno. En una fiesta en Buenos Aires conoció a Consuelo Suncín Sandoval, viuda salvadoreña, morena de ojos salvajes y miopes, a quien invitó a volar y tras aterrizar sobre los pastos de El Talar empezaron a ser novios, casándose poco después en Francia.
Tras la visita de su madre, Saint Exupéry se quedó en Argentina hasta el 31 de enero de 1931. En Europa continuó volando y escribiendo, siendo su mayor éxito El Principito, inspirado en los paisajes que conoció en Argentina. Murió en 1944 al caer abatido por los nazis su avión de combate en aguas del Mar Mediterráneo.
El autor del libro más vendido en el mundo, trabajó, escribió y se enamoró en El Talar. La historia de la literatura y de la aviación mundial, junto a muestra historia local.
Fuente: Prof. Ariel Bernasconi